El género urbano nace de la necesidad de expresión de jovencitos sin recursos y probablemente también sin el talento de entonar una melodía. Recitar (rapear) utilizando una base rítmica muy sencilla permite decir muchas cosas en poco tiempo y convierte a los raperos en una especie de juglares contemporáneos que cuentan historias y manifiestan sus ideales y preocupaciones. Algunos no tuvieron o tienen ningún propósito artístico, otros deciden hacer arte con la palabra.
Hay un puertorriqueño con una formación intelectual y artística importante y se ha propuesto concienciar, decir esas verdades que otros han tratado de ocultar controlando la información que llega a las masas, conmover y promover cambios, revoluciones, muy consciente de lo que fue la música de protesta que llamaron acá en América "nueva trova". Contrario al hip hop tradicional su música fue haciéndose compleja e incorporando fusiones interesantísimas. Voy a compartir algunas de sus composiciones; una representación parcial de la amalgama de temas que componen su obra. En este género y con este artista hay que poner atención a la letra, hay muchas imágenes, metáforas, símbolos, alegorías... Espero que puedan valorar y disfrutar, aunque probablemente este no sea un género del agrado de los audiófilos y melómanos que se pasean por aquí.
https://www.youtube.com/watch?v=_Gen4bnZuoQ&list=RD_Gen4bnZuoQ&start_radio=1 Algo de su ideología.
https://www.youtube.com/watch?v=Utd8GfQajwA ¡Estremecedor!
https://www.youtube.com/watch?v=GK87AKIPyZY Lo último.
La guillotina dejó de funcionar en 1977
Yo creo que sí es útil estudiar Historia. Como en una acuarela, me ayuda a sumar más capas de pintura para tener una visión del mundo más realista. El realismo me gusta, el hiperrealismo me supera y lo dejo para los académicos, el arte abstracto sólo me entretiene.
En cuanto a ignorar la Historia, sólo es ignorancia nada más. Si un libro no parece fiable, se contrasta con otro.
¿Qué me parecería si un rapero cantase que hay que liberarse del imperio soviético y del estadounidense? Pues así, por lo pronto, bien. Y se me dijese que para eso hay que inspirarse en Hitler y reconstruir el Tercer Reich? Pues así en frío, sólo porque fuese anterior y que los otros dos imperios acabaran con los nazis, diría que igual conviene estudiar un poco más de Historia. ¿Estoy exagerando? Apenas.
No me importa si gusta o no, pero en América las alianzas entre los españoles y los pueblos oprimidos (como los últimos mayas), esclavizados o asesinados por los imperios americanos, así como las guerras civiles de imperios, fueron la clave de la conquista. Los números no daban, con la estrategia sí.
En América hubo grandes pueblos y héroes que son muy desconocidos, una pena que el imperialismo temprano promocionara a los menos indicados. A ritmo de tango o de bolero se acabó con algunos de los pueblos más antiguos a principios del siglo XX, unos pueblos que no sólo había resistido a los Españoles, sino que también a los Incas.
Los límites de la libertad de expresión están perfectamente definidos en varias Constituciones amparadas por el derecho europeo.
Lo de la foto del rey está amparado por la Constitución. La interpretación errónea del Derecho no cambia nuestros derechos y por eso algunos recursos se ganan y otros no.
Los derechos de unos acaban cuando pisan
los derechos fundamentales de otros
¿Puedo decir que el Rey es un evasor fiscal? Sí. ¿Puedo decir que hay que acabar con las monarquías y que conozcan su propia guillotina? Sí. ¿Puedo decir que habría que matar a todos los criminales de guerra? Sí. ¿Se puede decir que el presidente es un terrorista, un violador y que hay que cortarlo en pedazos? Sí. ¿Puedo decir que Rato, Pujol, Cotino, etc. son delincuentes y que habría que limpiar el país de escoria como esa? Sí. ¿Puedo decir que Jordi Pujol es un evasor fiscal y un supuesto delincuente y presidente supuestamente corrupto? Sí.
¿Podría decir que a un determinado juez, un político o un periodista, indicando sus nombres y apellidos cual diana cuyas direcciones son públicas, Jordi Pujol por ejemplo, hay que clavarle un piolet en la cabeza, decir que merece que explote su coche, o que es un error que Terra Lluire les deje vivos? No.
Si alguien recibe una amenaza de muerte, escrita, cantada o desafinada, tiene derecho a denunciar. Sólo un dictador o un terrorista negaría ese derecho a la vida.
¿Puedo decir que el Rey mató a su hermano? Sí. ¿Puedo decir que el Rey mató a su mujer? No. ¿Alguien puede decir de mí que tengo mal gusto para la música? Sí. ¿Alguien puede decir de mí que he robado o violado? No. Lo denunciaría si la falsa acusación o calumnia tuviese repercusión y que me perjudicara.
Si alguien es acusado de un crimen que no ha cometido, y por el que no ha sido condenado, tiene derecho a defenderse por calumnias. El derecho y la justicia le tiene que amparar. Sólo un dictador negaría ese derecho fundamental que tiene todo ciudadano.
Cuando se decapita a un profesor, ¿se puede decir que «nosotros cortamos como Samuel Paty, sin empatía» con un fondo de machetes y sierras? Por lo visto no. Asunto francés como puedes imaginar Jordi. Con la revolución cortaron cabezas reales, después los revolucionarios cortaron cabezas entre ellos, y la guillotina dejó de funcionar en 1977. Por eso tengo tanto respeto por Renaud, tiene talento, inteligencia y conocimiento.
No parece muy complicado: cuando se amenaza a alguien y se describe como matarlo, conviene no indicar sus nombres y apellidos; cuando se acusa de algo a alguien, sí se puede indicar su nombre y apellidos, pero hay que asegurarse de que es verdad, o de citar a otro que le esté acusando.
Si no es un «género del agrado de los audiófilos»
entonces me podría interesar
Bueno, sólo es una exageración maliciosa, aunque el último centenar de discos recomendados en varios canales me dejaron un poco frío. El rap tampoco me entusiasma, si bien puedo disfrutar de algunas canciones más melódicas, comerciales dirán algunos, como Latinoamérica de Calle 13. La letra la suelo escuchar un poco por encima —como lo haría con la descripción de algunas marcas audiófilas y reseñadores— cuando «desafinan» en exceso, manteniendo la suficiente independencia para no ser víctima de otro dogma también destinado a la masas. En algunos casos, si sus autores tuviesen un conocimiento más profundo de la Historia —escrita o esculpida en piedra—, sus canciones contendrían algún verso más, o menos según los casos. Los libros de Historia y los documentales hechos por grupos de profesionales cualificados y diversos denuncian con mucha más profundidad y menos dogmatismo; me hacen más libre. Lamentablemente, no todos los «raperos» respetan los límites de la libertad de expresión ni los derechos fundamentales como sí lo hace Calle 13.
—¿Defiendes a esos imperialistas criminales? —me preguntaron.
—No, los condeno a todos, a todos ellos y no sólo a unos pocos —contesté. También intento contextualizar y comprender las diferencias.
No se puede conocer muy bien América sin estudiarla desde el principio y conocer muy bien Europa, Asia y África; así como no se puede conocer Europa sin estudiarla desde el principio y conocer muy bien Asia, África y América. La Historia a través de un prisma no es Historia; es la semilla de los golpes de estado permanentes o de las pseudo-democracias; pura propaganda para cambiar el poder de manos de un títere a otro todavía más inepto como cantaba Renaud en Hexagone, la mejor canción protesta que conozco (Renaud, un genio). Otras veces es simplemente para vender un poco más o darse a conocer.
Estas últimas semanas, los «imperialistas ultranacionalistas del Holodomor», los «nuevo ZZ y viejos SS» ahora «capitalistas de estado», han venido a salvarnos de los imperialistas del «genocidio con revólver y gaza» y de la supuesta «hélice dextrógira» según dicen. Como decía Fernando Fernán Gómez: «¡A la mierda!» los dos (los tres, los cuatro...) supuestos libertadores maestros de la injerencia que nos calientan los oídos con sus políticos vasallos repartidos por América, Europa, Asia y África desde hace varias décadas. Ellos, uno llorones victimistas «muy mucho» patrióticos, revolucionarios de pacotilla que sólo leen los últimos capítulos o ven la película, nos obligan a elegir la estrategia menos mala para limitar daños y «ayudar» a las víctimas silenciadas por su propaganda. El simplismo cansa y conlleva una reacción; con el tiempo produce sopor hasta a sus propios autores.
Latinoamérica de Calle 13 es preciosa, aunque prefiero la versión no orquestal. Calma Pueblo también está muy bien.
No sabría recomendar rap porque no tengo ni idea y me suena casi todo igual. Aquí en España hubo un problema del que ya hablé. Unos dicen que criticar el rey estaría prohibido por eso de hacer el rap más «épico», contar alguna falacia y hacer «compatible» las amenazas de muerte a ciudadanos particulares con su peculiar interpretación de la libertad de expresión negando los derechos fundamentales de todos. Otros, yo mismo, hablan de ese rey con múltiples amantes que habría recibido donaciones millonarias de sus amistades árabes según dice él, o por corrupción derivada de contratos de la alta velocidad según decían muchos periódicos y el fiscal suizo. ¿Iré a la cárcel por decir eso, soy un rapero rapero heroico? Ese rey amante de la evasión, la evasión fiscal, conoce muchos paraísos, aunque no sé si habrá visitado Puerto Rico. Evasión, navegar, contar y matar elefantes eran algunas de sus aficiones. ¿«Todo malo», o Qué bien tan mal como cantaba Ojete Calor?, pues sí y no: historia con escala de grises y pieza clave. Por ese motivo más que por gusto, me interesé por algunas canciones de ese género, una de ellas me encantó. No las escuchéis, están «súper prohibidas» quieren hacer creer algunos «revolucionarios del micrófono». En una de ellas se menciona y defiende a aquellos que no respetan los derechos fundamentales y que quieren hacer una revolución violenta contra la democracia; incluso eso cabe dentro de la libertad de expresión cuando los vídeos se hacen con inteligencia:
No sólo el rap denuncia: